Todo! Ubicación tranquila, amenities de spa, atención excepcional y wifi veloz.

la decoración del hotel es hermosa y llena de detalles únicos. el ruido de la calle puede ser molesto.

lo mejor de sevilla, un minibar gratuito siempre lleno y una atención que te hace sentir especial

Qué experiencia tan maravillosa! Durante mi estancia, me sorprendió la decoración, que estaba llena de toques personales. El personal fue excepcionalmente amable y atento. Además, el desayuno era impresionante, con una increíble variedad de opciones frescas. ¡Definitivamente, una joya en Sevilla!

La estancia fue estupenda, disfruté de un desayuno delicioso con opciones frescas y mermeladas caseras. La habitación, que era superior, estuvo muy bien decorada y era acogedora, ideal para descansar después de un largo día explorando la ciudad. Además, está a un paso de la Catedral y del Museo de Bellas Artes, lo que facilitó mucho mis recorridos por Sevilla. Sin duda, recomendaría este lugar a cualquiera que busque una experiencia encantadora.

Pasé 3 noches en este encantador hotel y cada detalle fue impresionante. La habitación era espaciosa y la decoración superaba las fotos. El desayuno era delicioso, especialmente las tortillas recién hechas. Definitivamente volvería.

ideal para paseos a pie por sevilla y visitas a monumentos cercanos

puedes llegar fácilmente a la Catedral en menos de 5 minutos y al Museo de Bellas Artes en solo 3 minutos, lo que hace que cada paseo se sienta como un descubrimiento del encanto de la ciudad.

Recomiendo para viajero exigente

El personal era increíble, desde que llegamos, el tipo en la recepción nos ofreció champagne y nos ayudó a llevar las maletas. La habitación era amplia y cómoda, con un minibar que estaba bien surtido y reabastecido a diario, lo cual fue una grata sorpresa.

No fue barato, pero vale la pena cada céntimo.

cercanía a bares y restaurantes, decoración cuidada, minibar complementario

Las habitaciones son más pequeñas de lo que parecen en las fotos!!! El ruido, tanto de la calle como de otras habitaciones, puede arruinar la tranquilidad de la estancia!!! Además, la falta de privacidad en las terrazas es bastante incómoda!!!

Bonito hotel con una decoración cuidada. Me sorprendieron con un minibar complementario. La terraza de la habitación era pequeña, lo que no me dejó disfrutarla como esperaba. tienen opciones de tours interesantes por la ciudad, ideales para conocer mejor el lugar.

La habitación era super cómoda, con una cama amplia y suave que me dejó descansar increíblemente bien. me gustó mucho la decoración, hay detalles que hacen que te sientas como en casa. Además, el minibar estaba bien surtido y lo reabastecieron diario, ¡un lujo después de un día de andar! No obstante, la iluminación podría haber sido un poco mejor, ya que algunas áreas eran un poco oscuras.

super recomendado for una pequeña escapada

Fabuloso hotel, impresionante desayuno que incluye opciones frescas y deliciosas, en una ubicación perfecta para explorar la ciudad a pie.

Nada negativo.

El Gravina 51 es como una joya escondida en el corazón de Sevilla. La terraza es un santuario perfecto. cada sorbo de vino y bocado de tapas me hizo sentir como un rey en su palacio. Las instalaciones están tan bien cuidadas que parecen haber sido creadas para un festival de Instagram.

Ruidos ocasionales

la experiencia en este hotel fue increíble, superó todas mis expectativas durante un fin de semana romántico. La atención del personal fue excepcional. especialmente me encantó la cordialidad de marta, quien nos dio recomendaciones locales fantásticas. el desayuno incluía mermeladas caseras que eran simplemente deliciosas.

la habitación no tenía buena iluminación.

El Gravina 51 me sorprendió gratamente. La decoración es hermosa y los detalles únicos en cada rincón te hacen sentir en casa. La habitación era espaciosa, acogedora y estaba muy bien decorada. Me dieron una habitación superior con muchos detalles, lo cual hizo que mi estancia fuera aún más especial. El desayuno estaba repleto de opciones frescas y deliciosas. me encantaron las mermeladas caseras y la presentación del servicio de habitaciones fue excelente. Además, el personal siempre era amable y dispuesto a ayudar. Sin embargo, la terraza de mi habitación era oscura y poco agradable, lo que no me permitió disfrutarla como esperaba. A pesar de esto, el hotel es encantador y seguramente regresaré.

Qué maravilla de lugar! La cena en El Burladero fue una explosión de sabores, con unos filetes que hacían bailar a mis papilas. Y no hablemos del desayuno, ese buffet con mermeladas caseras que dejaban a cualquiera con ganas de más. La atención fue de matrícula de honor, Rosa siempre dispuesta a ayudarme, y el camarero de las mañanas, una auténtica joya.

Una noche hubo una fiesta en la casa de enfrente, y aunque el sonido era un poco molesto, la esencia de Sevilla sigue brillando. Pero no me malinterpretes, ¡el encanto del hotel lo supera todo!